En el marco de una reunión encabezada Marcela Ruiz, presidenta de la FAM, se propuso la creación de un “Espacio Iberoamericano de Prácticas Restaurativas” con el objeto de fortalecer y difundir estas prácticas en países de la región iberoamericana, aplicadas al campo de la justicia, las escuelas y las ONG, así como con comunidades, universidades, familias, organismos estatales y supranacionales, enfocándose en fortalecer las relaciones y reparar los daños derivados de un conflicto.
La propuesta fue elevada por referentes argentinos y españoles y chilenos de la llamada Justicia Restaurativa, tales como el Juez Penal de NNyA de Tucumán, Federico Moeykens, la Jueza del Tribunal Penal Juvenil de Lomas de Zamora, Marta Pascual, el experto del Programa de Justicia Restaurativa y Paz Social de Universidad Católica de Chile, Iván Navarro Papic y el Profesor Adjunto de Derecho Penal y Mediación. Universidad Internacional de Valencia (España), Ignacio V. Mayoral. También estuvieron presentes el Juez Civil y Comercial de Chaco, Diego Derewicki y el Juez del Juzgado del Menor y Familia, Juan Pablo Lubary de la misma Provincia.
La Justicia Restaurativa se rige por el principio de equidad y transformación de las relaciones desiguales. Asimismo, ofrece una respuesta al delito, enfocada en el daño y las opciones de reparación, equilibrando las necesidades de la víctima, el infractor y de la comunidad. También permite la resolución pacífica del conflicto.
Los participantes del encuentro coincidieron en la idea de que la víctima, el infractor y la comunidad son quienes verdaderamente importan en los procesos restaurativos y de que no se trata de infligir dolor y castigos. Una vez que el infractor haya escuchado las necesidades de la víctima y cómo ha sido afectada por el delito, este emprende, a través de la guía de especialistas, un camino de concienciación del daño y reparación.
De este modo concluyeron que el espacio propuesto, permitirá pensar en una justicia más eficaz que rápida. Es decir, una mejor justicia que se encargue de resolver verdaderamente el conflicto y no se reduzca solamente a la compensación o reparación material del daño. En ésta línea se remarcó la idea de que la petición de disculpas tiene un alto contenido sanador para la víctima y el infractor.
En síntesis, con la puesta en marcha del espacio se busca una justicia más cercana a la víctima, pero también a la comunidad y al infractor.
El objetivo es una mejor justicia
El Juez Federico Moeykens destacó que la finalidad de esta comisión no es otra que la de lograr que la Justicia Restaurativa llegue a cada comunidad de la Argentina, hasta donde no ha podido el sistema penal tradicional y transformar las relaciones de convivencia, desde un abordaje holístico. Se propone en el campo de trabajo práctico que los distintos municipios y provincias destinen recursos para la implementación y fortalecimiento de los programas restaurativos. Ello hará posible su aplicación a una mayor cantidad de procesos penales, así como la oferta de un mejor servicio de justicia.